Muchos expertos reconocen que la llegada de Internet y la formación e-learning ha supuesto un freno e incluso un paso atrás respecto a las experiencias que los usuarios disfrutaban en la época del CD/multimedia.
Una inmensa mayoría de los creadores de cursos han visto en el e-learning el instrumento perfecto para hacer el menor esfuerzo posible: simplemente han virtualizado los materiales que ya tenían, los han puesto en la web y los han hecho accesibles gastando lo mínimo (al fin y al cabo son los mismos manuales de siempre). Todo esto intentando siempre ahorrar al máximo (desplazamientos, alojamientos, etc).
La consecuencia no es ninguna sorpresa: lo que sabemos que no funciona en la formación presencial tampoco funciona online. Los que optan por lo más rápido y lo más barato no optan por lo mejor. Por lo tanto, lo que se resiente es la calidad y el resultado es que los alumnos no aprenden.
No contentos con esto, además proclaman, por ejemplo, que el e-learning reduce el tiempo para aprender. Es evidente que el e-learning ahorra tiempo en desplazamientos, pero no en la dedicación y el esfuerzo que requiere del alumno. Además, debemos tener en cuenta que, lo que acaba ocurriendo demasiado a menudo, es que el aprendizaje ahora se produce en el tiempo libre del alumno.
Por lo tanto, no se trata de reducir el tiempo dedicado a la formación, se trata de ampliarlo. No debemos intentar gastar menos, sino invertir más. No podemos simplificar las cosas a ese nivel tan burdo. Aquí no hay atajos, no podemos engañarnos a nosotros mismos llenándonos la boca de términos como sociedad del conocimiento o capital humano y al mismo tiempo hacer justo lo contrario.
La tecnología es una gran aceleradora de procesos y modelos cuando estos funcionan adecuadamente. Lo que ocurre es que añadir tecnología a un modelo deficiente no sólo no lo mejora sino que lo empeora. Y esta es exactamente la situación que hasta ahora se ha vivido en muchos ámbitos relacionados con el e-learning. De ahí que los resultados obtenidos hayan sido tan pobres y decepcionantes teniendo en cuenta el maravilloso panorama que se había pronosticado.
¿Te atreves a probar otra forma de construir material formativo en formato e-learning para que tu formación tenga buenos resultados?